lunes, 23 de mayo de 2011

ANOCHE

Anoche fuí al teatro a ver una hermosa obra con China Zorilla
si no saben quién es China Zorrilla, es una gran actríz
uruguaya, pero que vive en la Argentina.

Ella ha echo numerosas películas y obras de teatro y a pesar de sus 89 años, nunca pierde esa  chispa y ese humor que la caracterizan.

Yo ya la había visto en películas, pero es la primera vez que la veo en teatro y realmente valió la pena.

Hizo una comedia LAS D' ENFRENTE  "una madre y sus dos hijas que viven pendientes de lo que hacen o dejan de hacer las vecinas"

domingo, 22 de mayo de 2011

MORQUIO EN IMAGENES




 PERSONA CON MORQUIO
 NUESTROS CORAZONES
 NUESTROS OIDOS
 NUESTROS OJOS
 NUESTROS PULMONES

sábado, 21 de mayo de 2011

HOY POR HOY

Hola gente, les cuento que ahora estoy ensayando dos obras de teatro, si, si leyeron bien, no una sinó dos jeje un monólogo que se llama EL NOMBRE y LAS DE BARRANCO, que las volvemos a hacer este año...
y las dos son para el 3 y el 4 de Junio...
Ya les voy a contar como me fué... asi que estamos a full con los ensayos

sábado, 14 de mayo de 2011

El desafío de ponerse en el lugar del otro

Hay que probar. Hay que taparse los oídos y reducir hasta un 30% la capacidad auditiva, vendarse los ojos, circular por la oficina o el taller durante un día o una semana sobre una silla de ruedas y seguir trabajando como si fuera una situación habitual.
Lo que se descubrirá es que aquellas limitaciones no impiden cumplir con las tareas en una gran cantidad de puestos.
En España se han realizado jornadas para grupos reducidos con el nombre Vivir la diversidad. Consiste en ponerse en el lugar de quienes tienen algunos impedimentos físicos o neurológicos para comprobar que es posible manejarse al mejor nivel de productividad cuando las habilidades que se requieren para determinados puestos no entran en conflicto con las dificultades.
La directora de la Fundación Manpower, Montse Moliner, dice: "Las principales barreras para que las empresas contraten normalmente a personas, sin tener en cuenta discapacidades físicas o psíquicas (o por diferencia de sexo, etnia, edad?), son instintivas, porque miran lo que no puede hacer la persona en lugar de ver lo que sí puede hacer". La calificación de Moliner es generosa. Lo que menciona como instinto es lisa y llanamente prejuicio.
Una de las sorpresas que surge de los talleres de la fundación es que la adaptación a un puesto de trabajo es mucho menor de lo que se cree. La mayoría de las puertas, por ejemplo, permite el paso de las sillas de ruedas.
Bajar la fotocopiadora medio metro respecto del piso no significa una inversión importante. Toda acción que se tome para facilitar los movimientos de quien se encuentra en una condición diferente es una posibilidad de inclusión, cuya barrera es, en la mayoría de los casos, la actitud negativa o la comodidad. "Aunque no les salga más gravoso, piensan que se ahorran una molestia", describe Moliner.
La experiencia de estos grupos va más allá de lo que tal vez sea admisible en otras tierras como, por ejemplo, la nuestra. Ellos prueban el currículum a ciegas, esto es, antecedentes laborales de quien se presenta para un puesto, pero sin identificación de sexo, edad o condiciones físicas. La elección del mejor postulante podría carecer de ese tipo de detalles. La validez del trabajo promovido por la Fundación Manpower de España sugiere otras reflexiones acerca de la selección de personal y los puestos de trabajo. La descripción de tareas es imprescindible, pero nunca será exhaustiva.
Ni siquiera conviviendo laboralmente con el empleado se llega a obtener la visión real, las facilidades o dificultades que, a menudo, se menosprecian o sobrevaloran. Algunas empresas han desarrollado planes de carrera en los que jóvenes profesionales han debido ocupar los puestos más elementales para saber cómo funciona el negocio. Es necesario meterse en la piel de los otros para entenderlos y quizá sea el único método verdaderamente eficaz.
La propuesta de vivir la condición de capacidades diferentes es un buen medio para desarmar prejuicios tan determinantes que llevan al riesgo de prescindir de personal valioso o, más precisamente, valorado. A partir de este punto ya se obtiene, al principio, aquello que tanto se persigue: la motivación.
En España desarrollan jornadas para experimentar las capacidades diferentes

Baja estatura, genética y sociedad

 

El hecho de ser muy bajito ha llamado la atención en todas las culturas. Entenderlo, tratarlo y aceptarlo son ya fenómenos modernos

 La estatura es una característica humana muy variable. La persona más pequeña conocida, el indostano Gul Mohammed, medía 57 centímetros, casi la quinta parte del hombre más alto, el estadounidense Robert Pershing Wadlow con sus 2,72 metros. Ambos casos extremos sufrían de trastornos patológicos. Pero aún sin éstos, la estatura humana 'normal' puede ir de menos de 1,50 metros en el caso de los pueblos pigmeos de todo el mundo hasta los más de 2,30 metros de las estrellas más altas del baloncesto. Esta variabilidad se ve acompañada de una actitud social y psicológica ante la estatura que ha sido objeto de estudios que indican que existe una 'discriminación por estatura' que favorece a los más altos.
Pero las estaturas desusadamente bajas suelen deberse a causas patológicas. Es lo que conocemos como enanismo, palabra que muchas personas rechazan por considerarla denigrante o, por sus referentes literarios y de la cultura popular, que implica rasgos psicológicos poco atractivos o cierto infantilismo.
La baja estatura no es en sí una enfermedad, sino sólo una expresión que puede resultar de más 200 patologías distintas que tienen diversas sintomatología, causas y efectos. Por lo mismo, no tiene una 'cura' en sí misma.
La excepción es la provocada por la insuficiencia de la hormona del crecimiento humano, el 'infantilismo hipofisiario', donde el cuerpo conserva las proporciones infantiles durante toda la vida. Esta afección ha desaparecido en parte del mundo gracias a la hormona del crecimiento. La acondroplasia es la forma más común del enanismo, con una media de aproximadamente 1,30 metros entre los hombres y 1,23 metros entre las mujeres. Se trata de un trastorno genético en el cual los huesos largos, los de las extremidades, están poco desarrollados, especialmente en los brazos y muslos, las partes cercanas al tronco que es de proporciones normales con una curvatura espinal pronunciada; la cabeza es grande en proporción al resto del cuerpo, frente prominente y la parte media del rostro poco desarrollada. Todo ello da un aspecto característico a los acondroplásicos que no significa ningún menoscabo en sus capacidades intelectuales o afectivas, ni en la duración de su vida.
Este aspecto está presente ya en el vasto panteón del antiguo Egipto, que incluía varios dioses que se representaban como enanos. Es el caso de Ptah, creador del universo, o de Bes, dios del amor, la sexualidad y el parto. Las personas de talla baja eran comunes y parte activa de la sociedad, como lo demuestran las más de mil representaciones estudiadas por la arqueóloga Veronique Dasen, entre ellas la del jefe tejedor Seneb, su esposa, la princesa Sentyiotes y sus dos hijos. Tenemos también la recomendación plasmada en el manuscrito de la XIX dinastía, 'Instrucciones de Amenemope' a su hijo, a quien recomienda no burlarse de los enanos.
Estudio tardío
Pese a ser uno de los defectos congénitos más comunes y bien conocidos en todas las culturas, sus aspectos médicos y fisiológicos, no se empezaron a conocer sino hasta las décadas de 1960 y 1970. El estudio de la acondroplasia, que recibió su nombre a fines del siglo XIX, ayudó al estudio de las placas de crecimiento de los huesos, su morfología y su bioquímica en la década de 1980, pero su causa no se conoció hasta 1994, cuando la identificó un grupo de científicos bajo la dirección del Dr. John Wasmuth, quien también descubrió las causas genéticas de la enfermedad de Huntington y la atrofia muscular espinal.
La acondroplasia es el resultado de una mutación en el gen FGFR3, abreviatura de las siglas en inglés del receptor 3 del factor de crecimiento fibroblástico en el cromosoma 4. Esta mutación en concreto provoca que el cartílago no se convierta en hueso de manera normal durante el desarrollo en los huesos largos, entre otros problemas.
Gen dominante
La acondroplasia es un defecto dominante, es decir, que basta que el gen mutado se reciba de uno de los progenitores para que el descendiente padezca el trastorno. De hecho, si ambos cromosomas del par 4 exhiben la mutación, los niños suelen nacer sin vida o fallecer poco después del alumbramiento. Sin embargo, la gran mayoría de los casos de acondroplasia, alrededor de un 80%, no son heredados de los padres, sino que se trata de mutaciones espontáneas, por lo que una pareja con cromosomas normales puede tener un hijo acondroplásico debido a mutaciones en las células germinales, generalmente los espermatozoides.
La acondroplasia no es una afección privativa del ser humano, aunque en otros animales se presenta en formas distintas. Entre los perros, por ejemplo, los miembros cortos, la reducción del maxilar y la de la mandíbula aparecen de modo independiente. Así, los dachsund o teckel se caracterizan por la acondroplasia en los huesos largos, sus patas característicamente cortas, mientras que el pug lo muestra en maxilar y mandíbula, y el boxer lo presentan en la mandíbula. Esto ha determinado que no se puedan utilizar fácilmente modelos animales para estudiar la acondroplasia en humanos.
Aunque se pueden tratar algunas complicaciones de la acondroplasia y aumentar en cierta medida la estatura de los niños con esta afección utilizando la hormona del crecimiento humano, la investigación se centra en tratamientos que puedan controlar la sobreactivación del receptor 3 del factor de crecimiento fibroblástico o, en un futuro indeterminado, la posibilidad de tratar lo mediante ingeniería genética.
Entretanto, la Medicina se ocupa de que los acondroplásicos y quienes padecen otras formas de enanismo disfruten una vida de más calidad combatiendo las complicaciones que pueden tener.