martes, 26 de abril de 2011

MI ADOLESCENCIA:

                  A los 13 años ingreso en la  Escuela de Enseñaza Media Nº 1 (E. E. M. Nº1) desde los 13 hasta los 17.

A los 14 me volvieron a operar de las piernas (ya en invierno y solo me las vendaron) y el dolor por suerte era menor comparado a la primera vez, pero igual se sentía, mis compañeros de esa época realmente se portaron de maravilla y se turnaban para irme a visitar y algunos días iban varones y mujeres juntos, y a veces iban todos los varones y otro día todas las mujeres  juntas jaja y mi prima María José no se despegó de mi lado en ninguna de mis dos operaciones, realmente es una dulce y la quiero un montón, a todos mis primos los quiero por igual, pero con ella tenemos una conexión especial, ya que nos llevamos 6 meses de diferencia no mas, yo nací en Enero y ella en Julio.

A los 13 en el primer día de clases la conocí a Natalia, que es mi mejor amiga. y la mamá de mi ahijado. Ella es de tamaño normal.

Siempre estuvimos juntas y hacíamos todo juntas…
En 1.998, mi mamá conoce a Luis, que actualmente es mi padrastro y al poco tiempo empezamos a convivir con él. Nuestra relación, es la típica de padre - hija, hay momentos en que nos amamos y somos cómplices el uno del otro, como hay días en que nos odiamos... ya que él es como un padre para mí y a veces hasta mi mamá dice que me parezco mucho más a él que a mi papá biológico

Y a los 16 las conocimos a Silvia y a Gisel en la escuela y enseguida formamos amistad…
Y con Silvia todavía somos muy unidas.

En la secundaria tenía una grupo de amigos  grande, con los cuales todavía tengo contacto: Naty, Silvia, Gisel, Erica, Roberto, Emiliano, Yanina y  Marcos. Naty, Silvia, Gisel y Erica jugaban al Voley Ball y yo las acompañaba a los entrenamientos, con Gisel y Emiliano cada vez que teníamos hora libre en la escuela o teníamos que entrar mas tarde, nos íbamos a mi casa que quedaba a dos cuadras de la escuela hasta que teníamos que volver.

 los 17 aparte de escribir un poema para participar de unos torneos, llegó el viaje de Egresados de 5to año de la secundaria y nos fuimos a Bariloche durante dos semanas y yo me fui sola sin mis padres ni ningún acompañante. Realmente ese período allá, lo pasé de maravilla y me divertí mucho y Gisel, Yanina, Silvia, Emiliano, Roberto y Marcos, ya que Naty y Erica no pudieron ir, no se despegaron de mi lado ni un segundo y me cuidaron un montón...

Estando allá, me enfermé de anginas rojas, que son de las mas fuertes que puede haber y te dejan la garganta a la miseria. Pero todos nos enfermamos de eso, ya que Bariloche, queda al sur del país y hace muchísimo frío ...

También estando allá, me agarró un ataque muy fuerte de bronco espasmo y no podía respirar, por suerte estaban mis amigos que se portaron de maravilla, me cuidaron  y llamaron a la Doctora enseguida. y a la vuelta una vez estando en casa, mis padres les hicieron una cena de agradecimiento a Marcos, Roberto, Emiliano y a Yanina, que fueron los que estaban pendiente de mi todo el tiempo.

Este poema lo escribí a los 17 años para participar de los torneos juveniles bonaerenses...   

 IGUALES, PERO... DIFERENTES.  

Hoy me quiero presentar.
Sin nombre y sin apellido.
Sin mostrar mi documento.
Ni decirles donde vivo.
Porque todo lo que puse.
En mi ficha de inscripción.
No sirve por que no muestra.
Como pienso, como soy.

Que mi nombre es Natalia.
Que nací un 11 de enero.
Que vivo en Magdalena.
Aunque son datos certeros.
No reflejan mi verdad.
No dicen lo que yo quiero.

Ni las cosas por que lucho.
Ni “aquello” que ya no espero.
Ni las verdades que callo.
Si le hacen mal a quien quiero.
Ni las angustias que guardo.
Y me destruyen por dentro.

Lucho para demostrar.
Que yo puedo si lo intento.
Con la mitad de tu altura.
Con el doble de tu esfuerzo.
Y con mi propio reloj.
Que marca mi propio tiempo.

Yo entiendo que a la vida.
La miro desde abajo.
Que me enfrento a un destino.
Que no puedo cambiar.
Que mi corta estatura.
Me da mucho trabajo.
Pero si vas despacio.
Yo te puedo alcanzar.

Si corres, no te sigo.
Si me apuras, me canso.
Si te subís muy alto.
Yo no puedo trepar.
Pero si andas conmigo.
Y si me das espacio.
Al mismo puerto juntos.
Podremos arribar.

Soy, a mi modo de ver.
Como toda adolescente.
Pocas veces complaciente.
Muchas veces renegada.
Con broncas y a las patadas.
O calma e indiferente.

De frente al mundo que miente.
Con sus “mentiras piadosas”.
Envolviendo en nebulosa.
Cubriendo de oscuridad.
Disfrazando la verdad.
Con verdades mentirosas.

Las cosas en esta vida.
Son oscuras o son claras.
No me vengan con escalas.
Ni matices que no entiendo.
Lo negro de nacimiento.
Es negro y nada los aclara.

Lo que yo vivo acá abajo.
Vos lo vivís allá arriba.
Simplemente lo enfocamos.
Con distinta perspectiva.
Vos y yo de un laberinto.
Tenemos igual salida.

A veces un espejismo.
Se presenta en tu camino.
Te marea como el vino.
Y te endulza como la miel.
Y te empuja sin saber.
Hasta el borde del abismo.

Y te destruye a vos mismo.
Esgrimiendo su verdad.
Utiliza su maldad.
Y con total egoísmo.
Pone a prueba tu heroísmo.
Tu fuerza, tu dignidad.

Y ves a tu alma llorar.
Con lágrimas de silencio.
Con un dolor tan intenso.
Que no la deja gritar.
Por tener que amordazar.
Sin querer su sentimiento.

Quisiera poder borrar.
Las huellas del sufrimiento.
Subirme en alas del viento.
Ser columna vertebral.
De una nueva realidad.
De otro, mejor momento.

Quisiera poder volar.
Tan alto como mis sueños.
Alcanzar lo inalcanzable.
Y darle forma a lo etéreo.
O dibujar lo invisible.
Mirar lo que otros no vieron.

Quisiera ser como el pez.
Que nada contra la corriente.
Y aunque nade diferente.
El sabe que va a llegar.
Su rumbo no va a cambiar.
Aunque lo arrastre el torrente.

Quisiera poder tener.
La dureza del acero.
La fuerza del huracán.
Y la inmensidad del cielo.
La profundidad del mar.
La amplitud del firmamento.

Para poder entender.
Las cosas que hoy no entiendo.
Aceptar lo irremediable.
No dudar ante lo incierto.
Pelear contra la injusticia.
Frenar el paso del tiempo.

Mas solo puedo dejar.
Mis huellas en el recuerdo.
Mi pensar y mi sentir.
Mis dudas y mis esfuerzos.
Mis luchas y mis fracasos.
Mis gritos y mis silencios.

Y si algo de esto logro.
Revertir un sentimiento.
Mirar con otra mirada.
Probar un acercamiento.
Aceptar lo rechazado.
Eludir enfrentamientos.

Alguno podrá decir.
Tal vez para sus adentros.
Que Natalia fue importante.
Para alguien, por un momento.
Y solo eso da sentido.
A esta vida que hoy enfrento.


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